¿A cuánto deben diluirse los aromas del tabaco?
La dilución clásica es del 10 %; el gusto personal puede favorecer concentraciones mayores o menores.
Hay que tener en cuenta que la disminución de la cantidad de aroma tiene un efecto positivo en la durabilidad de las bobinas. Por el contrario, el sabor percibido será mayor.
En el caso de los aromatizantes de tabaco, se recomienda un rango entre el 8 y el 12%.